Yo aspiro a la perennidad,
a intensificar mi vida en lo posible
de forma natural.
Aspiro a que en mi
siga bullendo la incombustible pasión
por conocer, por saber.
Aspiro a que en mi
siga fermentando la ilusión esperanzada
por el mañana.
Aspiro a diáfanas mañanas de un azul cristalino,
a cercenas crepúsculos,
a suaves noches electrizantes.
Quiero seguir creyendo
en amarillas primaveras,
rojos veranos,
ocres otoños,
inviernos nacarados.
Yo aspiro a la plenitud excelsa.
Aspiro a la sublime delicia
que vierte la sensualidad.
Quiero sentir la dicha duradera,
paladear el sabroso néctar
que rezuma la sensibilidad.
No quisiera llegar a viejo
sin antes haber vivido una existencia plena.
Desearía que mis arrugas simbolizáran
el dolor ya apaciguado,
la esperanza ya serenada
la nostalgia sublimada.
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