"Te asaltan las dudas,
Reina la confusión.
No distingues entre el ayer y el mañana.
Escucha a tu corazón y
déjate guiar por él:
retumba como un tambor.
Ruge, como los rápidos en el invierno.
Al cabo, no podras distinguir entre
el sonido y el silencio.
Escucha.
Escucha.
Escucha.
Sangre, no agua.
Tu sangre.
Suzume-No-Kumo.(1860)
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